Sin lugar a dudas, amigos, Hong Kong es un sueño hecho realidad para cualquier amante de los rascacielos. Y es que Hong Kong es una ciudad asombrosa, en la cual un simple residencial se puede convertir en una escalera hacia (casi) las pocholas nubes que se pasean sobre nosotros.
En esta coyuntura, hablaré del edificio
Hongkong and Shanghai bank. Este edificio posee su propia historia, hasta que al final se ha terminado con un gran rascacielos.
En un pricipio, se construyó un edificio que daba a la Statue Square. Fue diseñado en 1935 por los arquitectos Palmer and Turner. El encargo de ambos se trataba de construir "el mejor banco del mundo".
No lo niego, el resultado fue una construcción bella, además de tener varias innovaciones para la época: rápidos ascensores eléctricos y aire acondicionado.
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El edificio consecutivo |
Sin embargo pasaba el tiempo, con esto amigos, pasamos ya a la década de los setenta, donde ya empieza a quedarse este inmueble anticuado.
Entonces, el banco organizó un concurso, el cual seleccionaría un proyecto para una nueva central.
El proyecto ganador fué uno realizado por la
Foster Associates en 1979
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Se trataba de una aspiración asombrosa, con unas grandísimas ventajas técnicas para la época, y no solo me refiero a innovaciones interiores, sinó a el propio diseño de la fachada del edificio.
Se eliminó la idea de mantener la anterior construcción, puesto que no era viable desde el punto de vista del funcionamiento del banco y, además, dificultaría bastante la construcción de una zona en el sótano para aprovechar el espacio valiosísimo de solar que había.
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El periodo de construcción de este segundo proyecto
duró desde 1979 hasta 1986 |
Entonces esto es lo que quedó amigos, un edificio de
179 metros de altura.
Posee tres torres escalonadas de veintinueve, treinta y seis, y cuarenta y cuatro plantas. El Hongkong and Shanghai bank sigue actualmente alzandose gustoso y vivoroso sobre los cielos de la ciudad de Hong Kong.